miércoles, 29 de mayo de 2013

Heart of Obsidian Cap 1-2

Heart of Obsidian

Capítulo 1

Kaleb Krychek, cardinal Tk y un hombre con el que nadie querría encontrarse en una noche oscura, había estado buscando a su presa durante siete años, tres semanas y dos días. Incluso mientras dormía, su mente no había dejado de buscar a través de la extensa red psíquica que era el latido del corazón y la jaula de la raza Psy. Ni por un día, ni por un segundo, había olvidado su búsqueda, había olvidado lo que le habían quitado.
Todos los involucrados pagarían. Se aseguraría de ello.
Ahora, sin embargo, tenía otras prioridades, la búsqueda estaba completada, su objetivo estaba acurrucado en un rincón de una pequeña habitación sin ventanas en su aislada casa a las afueras de Moscú. “Bebe”.
Su respuesta fue aplastarse contra la esquina y apretar los brazos alrededor de sus rodillas contra su pecho. Había transcurrido una hora desde que la había rescatado de su prisión y la había pasado balanceándose hacia adelante y atrás en un frágil silencio. Su pelo era un nido de ratas enredado alrededor de su rostro, sus brazos llevaban dos arañazos nuevos y otras cicatrices mayores.
Todavía permanecía desnudo su metro cincuenta y siete centímetros… o así lo creía. Ella había estado en una posición encogida antes de ser teletransportada, sólo se había encogido aún más en los últimos sesenta minutos. Sus ojos, de un azul tan oscuro como la medianoche, se negaban a reunirse con los suyos, deslizándose lejos si entraba en su línea de visión.
Ahora, ella agachó la cabeza, los mechones largos hasta la cintura, enmarañados, deberían haber sido de un negro denso entretejido con inesperados mechones de color rojo y dorado,  estaba sin brillo y grasiento alrededor de su boca, curvada hacía bajo. Ese rostro era todo huesos bajo la pálida piel de color marrón pálido, las uñas de las manos roídas aún manchadas con sangre seca que decía que las había usado con saña ya fuera en su propia piel, en la de otra persona, o en ambas.
Por fin comprendió por qué la MentalNet y la MentalDark, las entidades que conocían cada rincón de la vasta red psíquica que conectaba a todos Psy del planeta, salvo a los renegados, no habían sido capaces de encontrarla, sin importar cuántas veces se lo había pedido y la cantidad de información que les había dado en un esfuerzo por acotar la búsqueda. Kaleb había estado dentro de su mente durante el rescate, había tenido que estarlo para completar el teletransporte, y aún así, no hubiera sabido que era ella, si no hubiera tenido pruebas irrefutables de lo contrario. La persona que había sido se había ido.
Sabía que lo que quedaba no era más que una cáscara rota, una pregunta sin respuesta.
“No voy a permitir que no bebas, ni que te revuelques en la inmundicia.”
Decirle algo como eso, habría causado que ella reaccionase, pero no sabía si esa parte de ella aún existía. El archivo que tan meticulosamente había elaborado en los últimos años, el archivo que había estudiado hasta poder recitarlo incluso dormido, iba a ser inútil. Ya no era la chica con el pelo liso que enmarcaba unos ojos brillantes como la medianoche, que parecían ver mucho más allá de la piel.
“Tal vez disfrutas oliendo mal.”
El balanceo aumentó.
La lógica decía que tenía que traer a un especialista Psy-M  lo más rápido posible. Pero Kaleb sabía que no iba a hacer eso. Confiaba en muy, muy pocas personas y no confiaba en nadie cuando se trataba de ella. Dado que su enfoque actual no estaba dando los resultados que quería, él cambió su enfoque con la facilidad de un hombre que no tenía ningún vínculo emocional con una decisión.
"Tus labios están agrietados y está claro que no has tenido suficientes líquidos durante al menos veinticuatro horas." En el mismo instante en que se había teletransportado a la habitación blanca donde ella había estado encerrada, la cortante luz del techo con su brillo tortuoso, había visto las botellas lanzadas contra la pared, el líquido derramado en el suelo.
Su hipótesis inicial había sido que el brillo doloroso era una parte normal de su existencia, pero podría haber sido un castigo, sus captores intentando romper su voluntad. Si aún no la habían roto… sí, eso decía algo acerca de la mujer que se negaba a interactuar con él a cualquier nivel.
"Si quisiera matarte," dijo, buscando incluso la respuesta más leve a las palabras brutales, "hay maneras más fáciles que morir de sed. O ¿no eres lo suficientemente inteligente como para darte cuenta de eso? "
El balanceo se aceleró aún más.
“Yo podría, con facilidad, fijarte contra la pared e introducir el agua en tu garganta a la fuerza. Ni siquiera necesitaría tocarte.”
Ella siseó, los orbes azules oscuros brillando detrás de la maraña de su pelo.
Él no se movió, no traicionó ninguna reacción ante el hecho de que ella había respondido de una manera como habría hecho en el pasado, aunque no fuera verbal. “Bebe. No voy a preguntarte de nuevo”
Sin embargo, ella se resistió. Inesperado. Su mente podía estar rota, pero no era, nunca había sido, tonta. No, su intelecto era penetrante, sus profesores habían tenido problemas para mantenerse al día con ella. Ella tenía que saber que negarse no era una opción. El poder de un telequinético cardinal era enorme. Podría romper todos los huesos de su cuerpo con un pensamiento fugaz, aplastar los huesos hasta convertirlos en polvo si así lo deseaba. Incluso si ella no lo entendía, había experimentado su fuerza cuando la había teletransportado desde su celda a su casa, tenía que comprender que estaba en una situación precaria.
Sus ojos se posaron en el vaso que tenía en su mano, los dientes mordiendo su labio inferior, ya muy cortado. Sin embargo, no alcanzó el agua que tan evidentemente necesitaba. ¿Por qué?
Se tomó un momento para pensar, considerar las circunstancias en que ella se había encontrado. "No está drogada", dijo, hablando con un rostro que no tenía ningún reconocimiento, ningún indicio que le recordara su último encuentro sangriento, un encuentro dónde ella había gritado durante tanto tiempo y con tal agonía que había causado daños en su garganta y había necesitado atención médica para ser reparada.
“Es una infusión de minerales  y vitaminas que necesitas”, continuó, “Pero no está drogada. No me sirves inconsciente.” Sosteniendo su mirada cuando finalmente la de ella conectó con la suya, él tomó un buen trago de agua, luego le tendió el vaso.
Le fue arrebatado un segundo después. Él teletransportó un segundo vaso lleno de la cocina antes de que hubiera terminado el primero. Vació los dos. Eliminando los vasos con uso escaso de su telequinesis, se levantó de su posición de cuclillas frente a ella. "¿Quieres comer primero o una ducha?"
Ella lo miró con los ojos entornados.
"Está bien, voy a tomar la decisión por ti." Él trajo un plato de fruta fresca, sin cortar, así como una gruesa rebanada de pan untado con mantequilla y miel. No era el tipo de comida que él comía, como la mayoría de los Psy, vivía a base de barritas nutritivas, para que el Silencio prosperara que evitar las sensaciones, y el sabor era una muy poderosa.
El Silencio de su invitado, sin embargo, había sido destruido hacía una eternidad. Las sensaciones bien podrían ser la clave para traerla de vuelta desde la baldía tierra mental donde se había retirado, su personalidad y sus habilidades sepultadas. Teletransportando un cuchillo, cortó el pan en cuatro trozos más pequeños y, a continuación, poniéndose en cuclillas, acercó el plato hacia ella. Ella se quedó mirando durante más de un minuto antes de seleccionar una pieza no tan rápido como él había esperado, pero con una deliberación medida.
Así que, sus captores no la habían matado de hambre. Ella había elegido no comer.
No le tomó ningún esfuerzo llegar con su mente, poner el agua a hervir en la cocina, preparar una taza de té lo suficientemente caliente como para disfrutar de ella. Dejó caer tres cucharaditas de azúcar en la taza antes de llevársela a ella. Esta vez, ella no dudó, abrazando la taza a su pecho.
Calor.
Al darse cuenta de que ella tenía frío, ajustó el termostato para calentar aún más el ambiente ya caliente. Ella no reaccionó, excepto para tomar otra cuarta parte del pan. Mientras comía con una lenta pulcritud, tenía la sensación de que le estaba evaluando. Hubiera sido fácil llegar a la conclusión de que no estaba tan rota como parecía, que todo esto era un acto inteligente, pero los fugaces momentos que había pasado en su mente contaban una historia muy diferente.
Ella había sido fragmentada de adentro hacia afuera.
La inteligencia que lo juzgaba en este momento parecía provenir de la parte posterior del cerebro primitivo que existía en todo ser civilizado, la parte que sabía cómo diferenciar a los depredadores de las presas, el peligro de la seguridad. No era el nivel de función que necesitaba de ella, pero era mejor que la catatonia total o un daño físico del cerebro.
Su cerebro estaba bien. Era su mente que estaba rota.
Recogiendo una manzana, la fue a cortar, pero sus ojos se posaron en las uvas. Él no dijo nada, simplemente dejó la manzana y movió la bandeja con las uvas más cerca de su mano. Se comió cuatro, tomó un sorbo de té y se detuvo.
La mitad de una rebanada de pan, cuatro uvas, dos vasos de agua, y un sorbo de té.
Era un resultado mejor de lo que podría haber previsto inicialmente.
"Voy a dejar esto aquí para ti", dijo, levantándose para poner el plato en la mesilla en el lado opuesto de la cama. "Si quieres más, o algo diferente, tendrás que conseguirlo tu misma de la cocina.”
Eso llamó su atención.
El balanceo sutil que había reiniciado cuando él se puso de pie se detuvo, y él sabía que ella estaba escuchando. Había leído la revista Psy-M Journal, preparándose para la eventualidad de que ella estuviera rota cuando la encontrara, incluso se había sentado de forma remota en innumerables conferencias sobre el tema, pero aunque los especialistas recomendaban tranquilidad, calma y una interacción suave, él sabía que la mente primitiva detrás de esos ojos de color azul noche verían a través de tal acto.
Él era el monstruo que acechaba en sus pesadillas, y ambos lo sabían.
"Puede moverte por la casa a su gusto", le dijo, calculando cuántos años hacía que no había tenido ningún tipo de libertad. ¿Todo el lapso de su cautiverio? Si era así, entonces él podía entender mejor el impacto que eso causaría en su psique mejor que cualquier Psy-M.
"La razón de que esta habitación no tenga ventanas", dijo, respondiendo a la pregunta que ella no había hecho, pero que tenía que estar en la superficie de su conciencia, "fue para disminuir la posibilidad de sufrieses un ataque de pánico por haber sido retirada de un ambiente cerrado.”
Sus hombros se pusieron rígidos. Tal vez, pensó, no era más que una mente animal en la cáscara frágil de su cuerpo. Tal vez. "Si prefieres otra habitación, elígela. Por ahora, el baño está por ahí." Señaló la puerta al otro lado de la cama, después de haber elegido deliberadamente la habitación más pequeña de la casa por la misma razón que le había dado la que no tenía ventanas.
Había construido esta suite para ella, esperando esta eventualidad.
Era imposible predecir cómo podría reaccionar a la vista muy abierta que rodeaba la casa. No tenía vecinos gritando en la distancia… además. Un lado estaba limitado por un campo de hierba donde se encontraba la terraza, el otro por un acantilado irregular. Una terraza, se dio cuenta, que no tenía rejas, y a la que se podía llegar desde un buen número de habitaciones de la casa, incluyendo el dormitorio al otro lado de ésta.
Ya estaba recuperando los materiales para arreglar ese descuido mientras hablaba. "Si quieres seguir oliendo como una pocilga, es tu elección. Sin embargo, cuando me enferme por la peste,  simplemente voy a teletransportate a la ducha, ropa y todo, y abriré el agua mientras vierto el jabón por encima de tu cabeza.”
El balanceo se había detenido totalmente por ahora.
"Hay ropa de civil para ti en el armario." No todas las prendas le servirían a su cuerpo demacrado, pero sería suficiente por el momento. "Si estás muy unida a tu uniforme institucional" una bata blanca, pantalón blanco, los dos sucios, "hay un juego limpio en la cómoda." Lo había tomado hacía unos minutos de un centro médico donde no lo echarían en falta.
La mujer en la esquina permaneció rebeldemente silenciosa.
Él se volvió y caminó hacia la puerta, sus dedos jugando con la estrella pequeña de platino en su bolsillo. "Es más de medianoche. Duerme si lo deseas, si no, la casa es tuya para explorar. Voy a estar en la terraza." Se fue sin más palabras. Este juego de ajedrez era el más importante de su vida, cada movimiento tan importante como el siguiente. Aquellos que la habían mantenido cautiva la habían tratado cómo a un animal estúpido, pero ella no lo era. No, ella era mucho más que un premio. Razón por la cual él no haría nada que la pusiera en peligro.
Como lo haría en su decisión final.
Todavía no. No hasta que supiera qué parte de ella se había roto.
Kaleb podría haber construido la barrera entre la terraza y el acantilado con sus habilidades de telequinesia, pero se desnudó, se puso unos pantalones de chándal negros y estrechos, diseñados para mantener el cuerpo fresco y asumió la tarea manualmente. Como Tk, la energía era su alma, pero en este momento, él tenía un exceso de ella, y no en el plano psíquico, sino en lo físico.
Si hubiera sido humano o cambiante, el repentino aumento en sus niveles de energía podría deberse al entusiasmo por haber conseguido la meta que había sido su fuerza motriz durante siete años, por tenerla en su casa y al alcance. Pero él no era un miembro de las razas emocionales.  Él era un Psy y estaba en el Silencio, sus emociones condicionadas desde que era niño. Su camino en ese Silencio había sido irregular a veces, pero el resultado final era el desarrollo de una mente fríamente racional que no tenía ninguna sombra de miedo o esperanza,  angustia o  excitación.
Una vez había tenido un gran fallo estructural en su condicionamiento, una profunda fractura en su Silencio, pero eso había sido en otra vida. La fractura había sido sellada con diamantina dureza, el punto débil transformándose en la parte más fuerte de su Silencio, pero sabía que detrás de la piedra, el fallo estaba contenido.
El día que ya no lo hiciera….  era mejor para el mundo si esto no llegaba a suceder.
Secándose el sudor de la frente con el antebrazo, subió el voltaje de las luces del exterior y comenzó a perforar los tornillos que aseguraban la barrera metálica que estaba poniendo en el lugar para que no se derrumbara, ni siquiera con un gran terremoto. No había estado buscando tanto tiempo a su presa para perderla por falta de preparación.
Incluso mientras se concentraba en la tarea, mantuvo un oído atento a su huésped. Algunos dirían  que ‘prisionera’ era el término más adecuado, pero las palabras no le importaban. Sólo el hecho de que ella estaba en sus manos.
¡CRASH!
Abandonando el taladro, se había teletransportado a su habitación antes de haber procesado conscientemente el violento sonido.



Capítulo 2


El espejo de la cómoda que se encontraba en la pared frente a la puerta del baño estaba roto, fragmentos de cristal en la alfombra, en la cama, sobre ella mientras se sentaba encorvada en el centro de la cama. Una húmeda marca roja cortaba su mejilla donde una astilla había volado directamente hacia ella, pero parecía ilesa.
No muy lejos del espejo estaban las piezas rotas de la taza que había utilizado para romper el cristal, el té derramado, una mancha oxidada en el propio armario y en la clara alfombra que cubría la madera pulida del suelo.
Kaleb no preguntó por la razón detrás de su comportamiento. "Quédate quieta." Recogiendo los fragmentos más grandes de vidrio, los teletransportó hacia el cubo de la basura. Conocía a un teletransportador que podría sacar la sangre incluso de la alfombra, pero la capacidad de Kaleb funcionaba a una escala mayor. Podría provocar un terremoto que devoraría una ciudad, atraer un chorro de aire desde el cielo con su mente, incluso podía crear una gran ola, lo que no podía era recoger cada pequeño trozo de vidrio.
“No puedes estar en esta habitación”, dijo. “No hasta que haya sido limpiada.”
Ella se movió para presionar su espalda contra la cabecera en una rebelión silenciosa. Dado que obligarla a cumplir lo que él decía, sería contrario a su intención de ganar su confianza, él volvió a pensar en el problema, se le ocurrió otra solución viable. "Agárrate".
Su invitada dejó escapar un grito de asombro sorprendido, agarrando las sábanas mientras la cama se levantaba un pie del suelo. Sosteniéndola en alto junto a los otros muebles, Kaleb utilizó su Tk para enrollar la gruesa alfombra, que cubría toda la longitud de la sala y el noventa por ciento de la planta. No parecía haber más fragmentos, pero anduvo por la habitación para asegurarse de ello, antes de regresar a su puesto junto a la puerta, la alfombra enrollada a sus pies.
Midiendo el impacto causado por las manchas de té, él accedió a un fichero visual asegurándose de mantenerlo actualizado, y, utilizando la imagen como un bloqueo, teletransportó la alfombra directamente a la incineradora de la planta de procesamientos de residuos de la región.
Ni su ADN ni ella podían permitirse caer en las manos equivocadas.
Había quitado las sábanas y la ropa de cama, enrollándolas y tirándolas en el mismo incinerador antes de que ella se diera cuenta de lo que estaba sucediendo. Colocando su espalda sobre la ahora desnuda cama, él trajo una colcha de repuesto del cuarto de almacenamiento debajo de la casa y se la dio. “Intenta no dañar ésta”, dijo mientras preparaba la cama. “Es de seda, hecha a mano.”
Un intenso azul se mezclaba con el crema y un toque de añil, él lo había comprado hacía cinco años, cuando sus empresas comenzaron a obtener ganancias que iban mucho más allá de lo que incluso la persona más conservadora consideraría un margen de seguridad sano. “¿Hay algo más que te gustaría destruir? Hazlo ahora, así podré atrapar los restos”.
La mujer en la cama, lo miró fijamente, antes de hacer algo que no había previsto. Cogió el pequeño florero de la mesita de noche y lo lanzó a algo por encima de su cabeza. Él se agachó, dándose la vuelta justo a tiempo para impedir que el proyectil impactara contra el pequeño sensor de luz que delataba la posición de la alarma de incendios.
Mientras el jarrón flotaba frente a la luz roja parpadeante, empezó a comprender la razón muy racional detrás de su acto aparentemente irracional. "No es una cámara. Y el espejo era sólo un espejo." Mientras hablaba, comprendió que ella no iba a creerle. La alarma estaría hecha pedazos en el instante en que saliera por la puerta, incluso si tenía que usar cada proyectil en la habitación para destrozarla.
Devolviendo el florero a la mesa, levantó la mano para quitar la alarma de la pared, su altura, a diferencia de la de ella, más que suficiente para la tarea. Eliminarla no comprometía su seguridad, si no que la haría sentirse segura. Con la tarea completada, se deshizo del dispositivo y una vez más se enfrentó a la mujer que no había fijado sus ojos en él desde que apareció en el dormitorio. “¿Algo más?”
Su mirada se dirigió a la luz empotrada en el techo.
"Pulsa esto," dijo, "y estarás a oscuras.”
No hubo cambios en su enfoque.
Dado que la batalla no era crucial en esta guerra, él teletransportó una pequeña lámpara de mesa de otra parte de la casa. “Revisa esto.”
Ella se tomó su tiempo para hacerlo, pero cuando ella lo encendió en lugar de intentar destruirlo, juzgó que ella había llegado a la conclusión de que no estaba equipado con un equipo de vigilancia. Desmontando la luz de techo, escudriñó la habitación en busca de cualquier otra cosa que pudiera resultarle sospechoso a su mente. Nada, y teniendo en cuenta las áreas en la que se había enfocado, probablemente ella ya había comprobado las paredes y examinado visualmente el techo.
Categóricamente su mente no funcionaba sólo a un nivel animal, independientemente de lo que había visto en sus vías mentales torcidas.
Al entrar en el cuarto de baño con ese pensamiento, quitó la luz y una lámpara de calor que estaba montada en el techo, sustituyéndolas por una lámpara de pie resistente al agua que podía desmontar si fuera necesario. El espejo también lo quitó, y quitó la rejilla del sistema de aire para que ella pudiera ver que no había nada más que un silencioso ventilador destinado a mitigar la condensación.
En el momento en que regresó a la terraza, su piel se había enfriado, pero se calentó lo suficientemente rápido, incluso en la suave brisa que venía de los árboles al otro lado del acantilado. Con cada tornillo que perforaba en su lugar, pensaba en la sala donde la habían tenido, la posible respuesta de sus captores, cuándo habían perdido la imagen de su celda por una estática repentina. Había durado unos pocos segundos, después de que se aclarara, estarían mirando la imagen de una habitación vacía.
La estática es una herramienta útil que había descubierto cuando era adolescente mientras experimentaba con sus habilidades. La enorme fuerza de su telekinesis significaba que emitía un ‘zumbido’ de bajo nivel que no era perceptible a los oídos humanos, pero que hacía sentir incómodos a los animales, y hacía que fallara la tecnología. Lo tenía bajo control, por supuesto. La única vez que permitía que el zumbido escapara de sus escudos era cuando tenía que ocultar su presencia frente a una cámara o para perturbar de otro modo la vigilancia tecnológica. Era un aspecto de sus habilidades conocidas sólo por otra persona viva, aparte de Kaleb.
No obstante, dada la velocidad de la teletransportación, los captores de su invitada sospecharían de la participación de un Tk de alto nivel, y había muy pocos de ellos en la red, pero nadie sabría que había sido Kaleb. No hasta que él estuviera listo.
Y entonces tendrían que pedir misericordia.
Incluso los más poderosos, los más silenciosos rogarían al final, el condicionamiento agrietado por el pánico que los cegaría ante el hecho de que Kaleb no tendría piedad de ellos.
Con el último tornillo en su lugar, recogió su equipo y teletransportó la basura. Era extraño ver la terraza rodeada de una barandilla metálica, que permitía ver entre los barrotes, pero por la que no se podía pasar hasta las negras fauces del acantilado. Ni siquiera su invitada era lo suficientemente delgada para caber en los espacios entre las barras.
Sir.
La educada llamada telepática pertenecía a Silver, su ayudante y un miembro de la tranquila e influyente familia Mercant.
Abrió el canal telepático. ¿Qué pasa? Él no le recordó que había pedido no ser molestado, Silver no iría en contra de sus órdenes expresas a menos que fuera necesario.
Ha habido un ataque contra un pequeño grupo de expertos en Jartum. El laboratorio acababa de anunciar los parámetros de su próximo proyecto de investigación: los beneficios de los Psy con una mayor cooperación política y la interacción social con los seres humanos y los cambiantes.
Así que, se dijo él, el siguiente disparó había sido lanzado en la guerra civil que se cernía sobre la PsyNet.¿Cuántos muertos?
Los diez que estaban en el edificio en ese momento. Un gas venenoso introducido en el suministro de aire.
¿Psy Puro se ha atribuido la responsabilidad? El grupo pro-Silencio radical se había quedado en silencio tras su derrota definitiva en la región de California a manos de un grupo compuesto por los lobos SnowDancer y los leopardos DarkRiver, así como por los Psy que miraban a los dos Consejeros de la zona, Nikita Duncan y Anthony Kyriakus, como guías. Los seres humanos también se habían sumado a la resistencia contra los intentos de Psy Puro para tomar el control de la mayor parte de San Francisco y la región de Sierra Nevada, lo que había llevado a una alianza que cruzaba las fronteras raciales que Psy Puro quería mantener a toda costa.
Este motivo parecía contrario al enfoque que el grupo decía tener en la PsyNet, pero los motivos subyacentes que Psy puro decía tener era la creencia ‘racional’ de que los Psy eran superiores a las otras razas, que si su gente comenzaba a sellar las grietas que habían comenzado a aparecer en las bases del protocolo del Silencio, volvería a ser la raza más poderosa del planeta.
Cualquier intento de integrar mejor a la población Psy con los seres humanos y los cambiantes era vista por tanto, no sólo como un ataque contra el Protocolo, sino como una amenaza a la superioridad genética de la raza Psy. Era una premisa falsa. Kaleb conocía a Psys que estaban tan defectuosos como los humanos o los cambiantes, él había pasado la mayor parte de sus años en salas con fuerte olor a sangre coagulada, gritos resonando en sus oídos, sabía que el lado oscuro de su raza sólo había sido enterrado, no borrado.
Confirmado, dijo Silver después de un breve retraso. Psy Puro ha asumido la responsabilidad de la intoxicación y ha hecho un reclamo público. Ella le envió una imagen, su telepatía lo suficientemente fuerte como para verla clara y nítida.
La parte del edificio propiedad del laboratorio había sido adornada con la imagen de una estrella con la letra P en el centro. La P era blanca, el área alrededor negra. Debajo de la foto decía Absolución en la pureza, Únete a nosotros.


Esto es nuevo, le dijo a Silver.
Sí. Es la primera aparición de esta etiqueta.
Una calcomanía. Eso explicaba cómo los operativos de Psy Puro habían sido capaces de ponerlo tan rápido. Se preguntó si el trasfondo religioso era intencionado. Vásquez, el hombre sin rostro a la cabeza de Psy puro desde el fallecimiento de Consejero Henry Scott, podría ser un fanático, pero él era un fanático inteligente, como lo demostraba el hecho de que nadie hubiera sido capaz de desenterrar detalles verificables sobre su aspecto físico. Ahora, él, que condenaba a aquellos cuyo silencio estaba fracturado, que creían que la emoción no era el enemigo de la raza Psy, utilizaba una emotiva llamada a las armas.
Inteligente.
O psicótico.
¿Por qué esta noticia no ha afectado a la Red? Kaleb podría haber estado distraído durante las últimas horas, pero su mente seguía analizando las vías de la Red, y no había escuchado nada sobre un acto de agresión.
Mal momento, respondió la voz mental de Silver. Los agentes de Psy Puro debieron terminar de colocar la calcomanía segundos antes de que un vehículo de la policía pasara por la calle y la viera. Los oficiales comenzaron a sospechar, revisaron el edificio y descubrieron los cuerpos.
Como resultado, el procesamiento externo se está terminando, mientras la ciudad duerme, la calcomanía eliminada. La única razón por la que tengo los datos se debe a que tengo un contacto con alto rango en la policía, ellos han logrado ocultar los hechos a los medios de comunicación.
La falta de publicidad en las noticias sólo incitaría a Psy Puro a nuevos actos de violencia letales. ¿Tu  contacto puede infiltrarse en su círculo íntimo? Mientras que Psy Puro estaba haciendo un trabajo excelente creando una inestabilidad que él necesitaba para su jugada final, el grupo estaba compuesto por canallas.  Kaleb prefería mantener un férreo control en todas las cosas.
No. Vásquez es muy, muy cuidadoso.
Sigue de cerca la situación en Jartum. Quiero estar informado.
Sí, señor.
Al escuchar un pequeño sonido a su espalda mientras cerraba la conexión telepática, se acercó a la barandilla en lugar de darse la vuelta, los ojos fijos en las profundidades impenetrables del acantilado.
Las luces se apagaron un segundo más tarde, dejando la terraza iluminada sólo por las estrellas y la luna llena en la noche oscura.
Los pies desnudos pisando silenciosamente la madera de la terraza, un susurro de olor, limpio y fresco, un aleteo de verde mientras ella se acercaba a él, a pesar de que dejó unos buenos tres metros de distancia entre ellos. Vestida con un pantalón de pijama verde y una suave camiseta gris, se había lavado el pelo, pero colgaba enredado y anudado alrededor de su rostro, ocultando su perfil de él cuando cerró sus dedos alrededor de los barrotes, apretando el frío metal tan fuerte su piel se puso de un blanco fantasmal.
“Sólo es una prisión", dijo, “hasta que tú no tengas el control de tu mente.” Si él bajaba los escudos en los que la había encerrado, ella estaría vulnerable incluso ante el más débil de sus hermanos, su mente privada de su capa protectora. “Reconstruye tus escudos, y te pondré en libertad.”
Era una mentira.
Él nunca la dejaría ir.

Gracias a las chicas de Carpe Dreams (Tanis)... LAS SIGO SIEMPREEEE!!! Un besazo... Maravillosa traducción... 

2 comentarios:

  1. Están hermosos estos dos capis. me gustaría que Kaleb encuentre el amor en esta nena se me ocurre que es una Dra. Y por el daño causado a ella Kaleb va a matar a todos los responsables. Gracias a las niñas de Carpe Dreams. saludos

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  2. Ps te llevaras una gran sorpresa... Las chicas de CarpeDreams me esta alegrando los días... Pero es un libro que me ha sorprendido gratamente y me tiene en ascuas... si necesitas algún libro deja tu mensajito...Gracias por pasar...

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